Letras de una caminante aprendiz

Inicia el Otoño, aún florecen los colores en mi pequeño Paraíso. Entre mariposas bailarinas y caricias del sol, mi piel se deleita al calor de los rayos que abrazan mi cuerpo. En estos días en que los humanos sólo dialogamos a la distancia, saberme rodeada por la cercanía amigable de la naturaleza en esplendor, me resulta sumamente grato y reconfortante.

Un techo celeste monocorde vela mis movimientos, mientras el aroma del jazmín en expansión endulza mis sentidos. Bendita y agradecida, me siento viva!!