MUJERES EN CÍRCULO...¿ Para qué?

Para poder poner en palabras, en trazos, en movimientos aquellas emociones que no se logran plasmar en un mail, en el muro del face, ni en un whatSapp. Sentimientos, pensamientos, dudas, temores, inquietudes diversas que necesitan de una escucha completa, de contacto, de una mirada compasiva , de una sonrisa cómplice, y a veces hasta de algún mimo.

Vivimos en un mundo hipercomunicado, estamos permanentemente enganchados/as, conectados/as con un “montón de amigos/as virtuales". Posteamos fotos, subimos comentarios, pareciera que lo decimos todo, que no hay secreto guardado en lo profundo, todo está ahí, todo en la galería, a gusto del consumidor, "al desnudo" … Mas aquello que oprime el pecho; que “anuda” la garganta o enturbia la mirada; aquello y ésto que duele tanto, que daña, que enferma, queda dentro, silenciado, invisibilizado; sin hallar vía de salida y sin ser compartido.

Hay comunicación mas se retacean los diálogos con promesa de escucha. Extrañeza de un otro que nos mire, nos reconozca, nos escuche con tiempo de corazón. Un tiempo de espera sin prisa, que sólo garantiza la empatía: consonancia de almas comprensivas.

Por eso, cuando las mujeres se reúnen en grupo, su esencia arquetípica juguetea entre ellas. A borbotones comienzan a fluir las palabras no dichas, símbolo de ese pesar acurrucado en un rincón de su intimidad .

Como en espejo se les revelan los misterios de sus vidas. Semejanzas en historias del pasado, aprendizajes de experiencias actuales. Como una madeja enredada que empieza a correr , van desovillando sus hilos dorados, desatando nudos, cubriendo vacíos,trenzando horizontes ahora perceptibles, reales y coloridos.

Heridas que cicatrizan , perdones que se otorgan y se reciben; recuperación de almas dañadas, son frutos de los Círculos Femeninos. Algo nuevo se está gestando; algo está por florecer; semillas de vida en las entrañas de mujer.

Nuevos alumbramientos de proyectos postergados, de ilusiones truncas.Amores después del amor, vínculos nutricios, herederos sociales que comienzan a emerger.

Renacimientos en una trama confiable de confidencias y secretos; despiertan carcajadas, brillan los ojos, se mueven las caderas y se expande el pecho con aires de liberación. Úteros fecundos sin edad, metáforas de cuerpos con permiso a desear, que vuelven a soñar, que vuelven a vivir en los despliegues alados de una creatividad, que es musa inspiradora de vida hasta el más allá.

Por y para ésto las mujeres seguimos "circulando" en hermandad.